La importancia de los Probióticos en el embarazo
El microbioma humano es el conjunto de los microbios y sus genes que pueblan nuestro cuerpo, o sea el conjunto de genomas de la microbiota humana. Lo vamos adquiriendo desde el momento del nacimiento y a lo largo de toda la vida según nuestra alimentación, la zona donde vivamos, los fármacos que tomamos etc. De tal manera que cada ser humano tiene su propia microbiota, totalmente diferente a los demás aunque sean hermanos genéticamente iguales. Además esta microbita es susceptible de cambiar a lo largo d ela vida si modificamos nuestras costumbres.
En nuestro organismos, la microbiota se encuentra fundamnetlamnet en seis localizaciones. La boca, la piel, el intestino, la vagina, la nariz y los pulmones,; es decir superficies que se comunican con el exterior.
Durante el proceso de embarazo, la microbiota de la mujer ( el conjunto de germenes que habitan el cuerpo) puede verse alterada, principalmente debido a los cambios hormonales, bioquímicos y físicos, confiriendo a las gestantes más riesgo de desarrollar infecciones vaginales, cervicales, endometriales, del tracto urinario y, también, a nivel intestinal. Los probióticos sirven para reponer y estabilizar esas carencias o alteraciones de la microbiota, ayudando así a evitar la aparición de complicaciones en el embarazo como la corioamnionitis -infección del líquido amniótico y las membranas que lo contienen-, candidiasis vaginales, cistitis, pero también la diabetes gestacional y preeclampsia.
La alteración de la microbiota, también conocida como disbiosis, en el embarazo se acompaña generalmente de resultados obstétricos adversos. Sin embargo, la administración de probióticos a las gestantes de riesgo, como pueden ser las embarazadas con infecciones genitourinarias u obesas, ayudan a prevenir esta situación. Pero los beneficios de la administración de probióticos van más allá de la embarazada ya que benefician también al feto, al evitar complicaciones como la diabetes gestacional o la coriomanionitis, se pueden la macrosomía fetal, la sepsis o prematuridad.
El perfil de los probióticos es altamente seguro y está avalado por numerosos estudios y, además, hasta el momento no se han descrito efectos adversos en relación con empleo de estos productos durante el embarazo. Por eso, en las situaciones que consideramos oportunas, podemos administrarlos tanto desde el inicio del embarazo como hasta justo antes del parto.
Y a la hora de analizar cuáles son las situaciones en las que es recomendable pautar el uso de probióticos en las mujeres embarazadaspodemos identificar algunas situaciones en las que en mi práctica clínica las utilizo y las recomiendo a mis pacientes: tras la toma de antibióticos, en infecciones urinarias o vaginales, tras procedimientos que produzcan sangrado vaginal y alteración de la flora de la vagina, como puede ser una biopsia corial o cerclaje cervical, en amenazas de aborto o presencia de hematomas retrocoriales o retroamnióticos sangrantes. Pero también se están utilizando en gestantes con antecedentes en gestaciones previas de rotura prematura de membrana, corioamnionitis o prolapso de la bolsa amniótica.
El pasado 13 de Febrero participé en la XIX Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer y hablé de Probióticos en el embarazo