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María y embarazo
9:17 am 9:17 am

Mi embarazo teniendo Fenilcetonuria

Cuando mi marido y yo decidimos empezar a buscar un bebé se lo comunique a mi especialista pues tengo una enfermedad rara que se llama fenilcetonuria que implica que mi cuerpo no metaboliza las proteínas ( en resumidas cuentas) y por ello toda mi vida he tenido que llevar una dieta muy estricta puesto que las consecuencias de no hacerlo son fatales a nivel cerebral.

Cuando decidimos dar el paso mi marido y yo sabíamos que eso implicaría una dieta aún más estricta limitando mi comida a cierta cantidad de frutas y verduras, controles semanales,alto riesgo de parto prematuro,etc.
debía prepararme durante tres meses antes de querer quedarme embarazada para conseguir estar en los niveles adecuados y una vez conseguidos estos, lo que tardase en quedarme que gracias a dios tuvimos suerte y fue poco tiempo.
Durante esos tres meses acudí a la consulta de dos ginecólogos que o bien por desconocimiento de mi enfermedad u otros motivos rechazaron llevar mi caso. Un día una amiga me hablo de Maria De la Calle y acudí a su consulta. Le conté mi caso, mi enfermedad y ella como no podía ser de otra manera con su gran sonrisa y positividad me dijo encantada que me llevaría y que nos veríamos cuando estuviese embarazada.
María y embarazo
Así fue poco tiempo después acudí a su consulta embarazada de 8 semanas con una felicidad completa y llena de miedos ya que el principio del embarazo estaba siendo complicado puesto que estaba pasando mucha hambre y mareos para mantener los niveles en los que debía estar pero en la primera ecografía Maria nos confirmó que estaba todo fenomenal y la verdad que salí mucho más tranquila y se puede decir que incluso con menos hambre jajaja
A las 3 semanas una noche empecé a sangrar, fui a urgencias y me dijeron que todo estaba bien que debía guardar reposo pero en ningún momento me dieron una explicación. Bastó con una llamada de teléfono a María para que ella supiese exactamente lo que ocurría, tenia un hematoma y debía guardar reposo hasta que esté se reabsorbiera, y así hice durante un mes aproximadamente.
Al tiempo el hematoma se reabsorbió y pude levantarme de la cama.
A mediados del segundo trimestre tuve bastantes desmayos puesto que el bebé ya empezaba a tirar de mí y eso hacía que yo me quedase sin energía muy pronto ya que sin proteína es complicado que el cuerpo tenga energía y aún menos si tienes un bebé dentro de ti, asi que debía estar tranquila para evitar cualquier mínimo riesgo de parto prematuro.
Durante los siguientes meses mis niveles demostraron que el bebé estaba chupando todas mis reservas y llegaría un punto en el que yo no podría abastecerle con mi limitación de alimentos.
Con mi enfermedad las implicaciones que tiene un embarazo y los riesgos son en muchas ocasiones partos prematuros asique aguantar semana a semana era un logro enorme, los últimos meses yo estaba muy cansada con mareos, desmayos incluso cogí un catarro durante varias semanas que me dejó hecha polvo, alguna que otra infección de orina, etc.
Cuando estábamos ya en la semana 36 el percentil del bebé comenzaba a bajar y entre los médicos de mi enfermedad, María , mi marido y yo, decidimos que no llegaría a término y provocar el parto en la semana 38 ya que haber llegado hasta esa semana era un tremendo logro pero era evidente que el bebé necesitaba más alimento y yo no podía dárselo asi que prográmanos el parto para el día que cumplía 38 semanas.
Acudimos al hospital y me rompieron la bolsa, comenzaron las contracciones bastante llevaderas tengo que decir, al cabo de un tiempo me pusieron la epidural y ahí ya lógicamente no me dolía nada y era cuestión de esperar.
Nuestra pequeña se hizo de rogar puesto que no terminaba de encajarse y  después de muchas horas de espera comenzó haber sufrimiento fetal, pensábamos que nos íbamos a cesárea pero saqué fuerzas de donde no las tenía y el bebé también y finalmente dilate a completa rápidamente y en poco más de 7 minutos empujando Alejandra ya estaba con nosotros.
María nos atendió en el parto en todo momento, animándonos y sobre todo en esos últimos 7minutos dándonos toda la energía y ánimos asique solo puedo decir que mi parto fue maravilloso pero en gran parte sé que fue gracias a ella.
Ahora quedaba nuestro mayor miedo, la prueba del talón que sería donde nos confirmarían si Alejandra tenía mi enfermedad o no, había un 50% de posibilidades siempre y cuando se hubiese llevado un embarazo correcto y siempre dentro de los niveles requeridos, y tras 3 dias de espera nos confirmaron la mayor de las alegrias, Alejandra No tenía la enfermedad.
En resumen, siempre digo lo mismo cuando tienes que enfrentarte a retos como estos debes rodearte de los mejores, y en mi caso sin lugar a dudas lo hice, ir a la consulta con María para mi era tranquilidad, confianza y después de todos estos meses cariño, realmente a día de hoy mi marido y yo no sabemos que habríamos hecho sin ella durante este camino, estamos eternamente agradecidos por ayudarnos a conseguir ese 50% de éxito que es nuestra hija sin mi enfermedad.
Gracias por todo María
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