Gestación gemelar bicorial bimaniótica con un feto muerto
Las gestaciones gemelares presentan más complicaciones que las gestaciones únicas. Una de ellas es la muerte de uno de los gemelos. En este caso no se finaliza la gestación, como ocurre en una gestación única, sino que se continúa hasta que el gemelo superviviente esté maduro para poder nacer. Sabemos que si el fallecimiento ocurre antes de la semana 14, el gemelo desaparece. Si el óbito fetal acontece a partir de la semana 14 permanece en el útero de manera reducida hasta el final del embarazo. En estos casos, durante semanas o meses conviven en el útero materno dos fetos: uno vivo y otro muerto. Pero ¿Qué complicaciones pueden tener estos embarazos? ¿Mayor prematuridad? ¿Mayor número de roturas prematura de membranas? ¿Qué riesgo tiene el gemelo vivo conviviendo con su gemelo fallecido?
En las gestaciones monocoriales (cuando comparten la placenta) las complicaciones del gemelo superviviente han sido bien estudiadas: anemia, daño cerebral, retraso de crecimiento y muerte fetal. Esto se debe al desbalance hemodinámico en la vascularización compartida en la placenta. Sin embargo, en las gestaciones gemelares con dos placentas, no se han estudiado tan profundamente las posibles complicaciones obstétricas y del gemelo superviviente.
Para responder estas preguntas llevamos a cabo un estudio retrospectivo en el Servicio de Obstetricia del Hospital La Paz de Madrid con 22 gestaciones gemelares bicoriales biamnióticas (dos placentas y dos bolsas) con un feto muerto por encima de la semana 14 de embarazo. Las comparamos con 51 casos de gestaciones bicoriales biamnióticas con los dos fetos vivos. Concluimos que no había más riesgo de preeclampsia ni diabetes en la madre; ni de prematuridad ni complicaciones neonatales en los gemelos supervivientes en comparación con las gestaciones gemelares con ambos gemelos vivos. Sin embargo, había más riesgo de crecimiento intrauterino retardado en el gemelo superviviente, por lo que estos embarazos complicados con la muerte de un gemelo requieren un seguimiento ecográfico estrecho.
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