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Sofía es una niña maravillosa, es muy difícil explicar con palabras todo lo que ella es y significa para nosotros, todas las travesuras que hace con tan solo 10 meses y todo lo cariñosa y sonriente que puede llegar a ser.

Cuando nos quedamos embarazados de ella fue una felicidad para nosotros, su familia, que la deseábamos con locura, sin embargo, cuando realizaron la primera analítica sobre la semana décima, apareció algo que jamás había oído en mi vida, cuando recibí la llamada del laboratorio, comencé a sospechar que algo no estaba bien, había dado positivo en “Citomegalovirus”, en ese momento comenzó una etapa de verdadera angustia y desesperación, primero, averiguar qué era eso y qué consecuencias tendría, y después saber qué hacer.

Ante eso, lo primero fue consultar con el ginecólogo para que nos explicara y nos diera alternativas, pero el nuestro lo único que hizo fue limitarse a decirnos que si fuera su mujer le diría que abortara… Así, sin más, sin contemplación alguna frente a una madre que amaba a su bebé incluso antes de quedarse embarazada. Pero como no somos del tipo de personas que se dan por vencidas sin luchar, decidimos buscar las alternativas que ese señor decidió negarnos.

Consultamos con otro profesional, que sin alejarnos de la realidad, nos mostró varias posibilidades, dentro de ellas, la existencia de un tratamiento en el Hospital 12 de Octubre y en el Hospital de la Paz, luego gracias a Pedro Martínez de “stopcitomegalovirus.org” que nos ayudó en este difícil momento, pudimos llegar al Doctor Baquero, uno de esos ángeles que Dios o el universo ponen en el camino para hacer mejor la vida de los demás, y con él llego nuestro segundo ángel, mejor dicho, nuestra segunda ángel, la doctora De la Calle, sin ella hoy estaríamos contando otra historia…

Gracias a la doctora De la Calle, a su profesionalidad, a su experiencia, pero en especial, a su entrega, las parejas como nosotros, y en especial, los bebés como Sofía, tenemos una segunda oportunidad. Por sus conocimientos, sus cuidados, y toda la atención del personal de embarazo de alto riesgo del Hospital de La Paz, hoy las cosas son distintas. Porque no vale solo con saber mucho de un problema médico, lo que realmente diferencia a un buen facultativo de uno que no lo es, es la forma como trata a sus pacientes; aquellos que logran entender que no todo son rutinas y que detrás de los procedimientos hay personas con sentimientos, y en especial, con miedos, y son capaces de darte un abrazo, una palabra de aliento y sumarse a tus esfuerzos personales para superar los obstáculos, son médicos excepcionales, creo que es de dominio público que la mente juega un papel definitivo en la recuperación de los pacientes, y para que esa mente aporte todo el potencial que tiene en su recuperación, se necesitan profesionales como la doctora De la Calle, a las pruebas me remito …

Hoy gracias a Dios (para los que creemos en él) y a los profesionales como la doctora De la Calle y el doctor Baquero, podemos ver la carita de nuestra pequeña Sofía, y cuando sonríe, entendemos que todo el esfuerzo ha merecido la pena.

El camino continúa, tenemos que seguir cuidando mucho a Sofia y haciendo todas las revisiones y los controles que nos marca su pediatra, pero solo sé que nuestra vida es mucho mejor gracias a su existencia.

Gracias Doctora De la Calle y doctor Baquero, lo que vosotros hacéis por los pacientes como Sofía y como yo no viene en el sueldo, no hay dinero en el universo que pueda pagar tanto, gracias por hacer de este mundo un lugar mejor.