La historia de Martín y Daniela
Nuestra historia comienza el día que decidimos ser padres y no podíamos por problemas de esterilidad en ambos miembros de la pareja. Tras varios intentos fallidos de inseminaciones y Fecundaciones in Vitro, por fin me quedé embarazada de gemelos tras una fecundación in Vitro con ovocitos de donante.
Nosotros no éramos muy concientes del riesgo que entrañaba un embarazo gemelar hasta que acudimos a la consulta de la Dra. María De la Calle, que con cariño, pero también con firmeza y conocimiento, nos habló de las posibles complicaciones de un embarazo gemelar, haciendo hincapié sobre todo en la prematuridad.
El primer trimestre, aunque estaba muy nauseosa, no impidió que siguiera trabajando. Yo quería continuar con mi vida normal con una jornada laboral desde la mañana hasta la mitad de la tarde. Nunca había estado de baja en mi vida!!! Además, pese a las advertencias de María De la Calle, seguía pensando que el embarazo no era una enfermedad y aunque mi cuerpo se iba transformando, cada vez dormía peor y mi lumbociática no me permitía colocarme de una manera cómoda en la oficina, yo quería continuar con mi ritmo habitual.
El susto llegó en la consulta de la semana 24 cuando tras hacerme María una ecografía y ver a los bebés, me midió el cuello del útero. Ante nuestra sorpresa se había acortado a 17 mm y empezaba a abrirse por dentro ( algo que ella llamó funel). Ante esos hallazgos, María me colocó un pesario cervical ( una arandela de silicona alrededor del cuello del útero para alargarlo); y mi vida pasó a ser más tranquila. Ya no volví a trabajar. Esos meses hice reposo relativo, pues gracias al pesario podía dar mis paseos y quedar a comer con amigas. En ese momento empecé a disfrutar de verdad de mi embarazo, cuidar mis comidas, a echarme la siesta, a hablar a mis bebés y hasta a cantarles. Fui consciente del gran riesgo que corría si mis hijos nacían prematuros.
Afortunadamente aguanté hasta la semana 36+6 en que la Dra. De la Calle me quitó el pesario y Martín y Daniela nacieron por vía vaginal dos días después.
Desde aquí quiero agradecer el apoyo y la profesionalidad de María en este recorrido que es el embarazo de gemelos, y que de no ser por ella, hubiese acabado mucho antes con los problemas que ello hubiese implicado para todos, y sobre todo para mis hijos. Aprovecho también para concienciar a las madres embarazadas de gemelos de que el embarazo es un periodo muy corto en nuestra vida y debemos parar y priorizar en lo más importante: nuestros hijos.