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Embarazada en tiempo de COVID-19 ¿Cómo influye esta situación?

Es indudable que la pandemia del virus COVID-19, está alterando el curso del embarazo de muchas gestantes, tanto a nivel físico, sanitario como emocional. Una situación impuesta por las necesidades de confinamiento, pero también una situación paradójica en una mujer que está gestante y que ve cómo a su alrededor la sociedad está enfermando y muriendo.

Confinamiento en casa

En primer lugar el confinamiento está evitando que las gestantes salgan a pasear, como siempre les aconsejamos, para facilitar que no retengan líquidos en las piernas, la aparición de varices y dolores óseos y musculares. Además, hay ciertas embarazadas como las diabéticas (tanto pregestacionales como diagnosticadas en el embarazo) y las gestantes obesas, a las que se les recomienda el ejercicio diario para mantener sus niveles glucémicos y evitar complicaciones.
Asimismo, al no salir a la calle, no reciben los rayos solares, que son tan importantes para alcanzar niveles necesarios de vitamina D en las embarazadas y para ayudar al buen desarrollo del bebé.

Los médicos les aconsejamos además que no sean ellas quienes salgan a hacer la compra para evitar cualquier exposición innecesaria debido a la pandemia, por lo que sus posibilidades de mínimo movimiento o airearse se limitan aún más. Las gestantes también han quedado exentas de cualquier trabajo en el que se relacionen directamente con personas, según recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

SOLUCIONES:

Para ello es bueno que a diario realices ejercicios físicos de gimnasia para embarazadas, Pilates, Taichi o Yoga. Existen muchos cursos online donde puedes encontrar estos ejercicios, algunos divididos por trimestres de gestación, pero es importante que en ellos se indique que son para embarazadas.
Es bueno pasear por la casa, y en caso de disponer de escaleras, subir y bajar por ellas.
En los momentos de sol, puedes aprovechar para salir a la terraza o asomarte por la ventana para recibir sus rayos. Las que dispongáis de jardín , no dudéis en pasear ( a ratos descalzas) y tomar el sol en él.

Control del embarazo

Las visitas al hospital se han visto restringidas. Los obstetras evitamos cualquier exposición innecesaria tanto en los hospitales como en los centros de salud, pues son lugares muy expuestos al COVID-19.

Se realizan las visitas imprescindibles y las ecografías más importantes, como la de la semana 12 y 20 del embarazo. Los análisis se pueden retrasar unas semanas.
Las visitas a tu ginecólogo o matrona debes hacerlas con mascarilla. En las salas de espera se debe guardar una distancia de 2 metros. Los acompañantes no están permitidos ni en las consultas ni en las salas de ecografía, para evitar aglomeración en espacios pequeños.

SOLUCIONES:

Para evitar los desplazamientos innecesarios puedes realizar consultas telefónicas o telemáticas con tu ginecólogo/a o matrona. También comunicarte por email o por redes sociales.
A través de la telemedicina también se pueden recetar medicamentos, que luego figurarán en tu receta electrónica.
Piensa que además de evitarte desplazamiento, también evitarás esperas largas en las consultas, aspecto que muchas pacientes agradecen.

Momento del parto

El parto también debe realizarse con medidas apropiadas, por lo que todas las gestantes durante la dilatación y el expulsivo deben llevar mascarilla. A veces esto dificulta la respiración y cuestan más los “pujos” durante el parto.

Dependiendo del hospital se permite o no la entrada de la pareja al parto, tanto si es por vía vaginal como por cesárea. El periodo de dilatación lo suelen hacer ambos en la misma habitación y el expulsivo es lo que varía, dependiendo de cada centro médico.
En algunos hospitales como el de La Paz están haciendo la PCR de Covid-19 nasofaríngea a todas las gestantes que ingresan de parto, lo que permite aplicar las medidas de protección y aislamiento adecuadas en los casos de las gestantes infectadas. Este test no se realiza en todos los centros, de ahí que se evite la entrada de la pareja en el parto.
Las visitas al hospital están restringidas a la pareja, por lo que esos momentos siguen siendo tristes al no poder compartir la alegría del nacimiento del hijo con el resto de la familia y amigos, que normalmente acuden a los hospitales.
La lactancia materna está permitida aunque en el hospital debe realizarse con la mascarilla.
El alta se da de manera más precoz a las 24 horas si es un parto vaginal y a las 48 horas en los casos de cesárea.

SOLUCIONES:

Piensa, que pese a todas estas circunstancias, vas a dar a luz a tu bebé sano, que es lo más importante en ese momento. Si tu pareja no puede pasar al expulsivo , en cuanto regreses a la habitación estaréis juntos de nuevo. Y la familia puede conocer al bebé a través de videollamadas hasta que el confinamiento se acabe.

Encontrar el equilibrio emocional

Toda esta situación puede llevar a la embarazada a situaciones de estrés, ansiedad, miedo y depresión. Están viviendo el momento maravilloso de la llegada de su bebé, junto con la terrible situación de enfermedad y fallecimientos que la pandemia está produciendo.
Aparecen miedos respecto a un posible contagio de la infección, lo que les hace temer por su vida y por la de su hijo o por las posibles complicaciones que pueden aparecer en el embarazo. Si además tienen un familiar infectado, al que no pueden acudir a visitar, la tristeza y distimia aumenta.

El confinamiento en casa, sin apenas poder moverse hace que están más pesadas, con limitación cada vez mayor del movimiento corporal, lo que puede alterar la percepción de su estado físico.
Estar todo el día en casa induce al descuido y a no quererse vestirse ni arreglarse, hecho que empeora su propia autoestima.

La pérdida de contacto físico y el espaciamiento de las visitas médicas con su ginecólogo/a o matrona, aumenta la ansiedad ante la posibilidad de aparezca alguna complicación.
El desconocimiento ante cómo será el parto y en que circunstancias se desarrollará, puede inducir al desasosiego de algunas madres.

SOLUCIONES:

Intenta hacer todos los días meditación, relajación, respiración ansiolítica 4-7-8 (inspira por la nariz en cuatro tiempos, guarda el aire en 7 tiempos y espira por la boca en 8 tiempos), “mindfulness” o yoga relajante. Hay muchas plataformas online o apps donde puedes encontrar todas estas técnicas. Tu mente y tu bebé te lo agradecerán.
Intenta descansar tus 8 horas diarias y créate una rutina para evitar el insomnio.
Evita la intoxicación informativa sobre el coronavirus y como mucho conéctate una vez al día al telediario, radio o prensa escrita.
Evita conversaciones con amigos que reincidan sobre el tema del coronavirus e intenta reconducir la conversación a otros temas. Socializar con familiares y amigos a través de las redes sociales viene muy bien.
Busca momentos para hacer ejercicio como te he señalado anteriormente.
Dedícate un tiempo todos los días a lo que más te guste: tocar un instrumento, pintar, editar fotos o hacer álbumes de fotos, hacer punto, coser ropa, cocinar, hacer puzzles, escuchar música, audiolibros, leer libros pendientes, escribir, ver series y películas.
Escribe un diario con todos tus sentimientos y plasma tus deseos.
Aprovecha para preparar todas las cosas de tu bebé: cuna, ropita, higiene, etc. Esto te llenará de ilusión y abrirá de nuevo la puerta de la nueva etapa que pronto vendrá y te llenará de alegría.

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