Amor de padres
El amor de una madre y un padre hacia un hijo es inmensurable.
Amas a tu hijo antes de conocerle, de olerle y de tocarle. Amas al bebé que ya está dentro del útero materno y que empiezas a sentir a partir de la semana 20… pero incluso antes de sentirle ya le amas… Y ahora gracias a la ecografía puedes ver a tu bebé bostezando, moviendo las piernas, moviendo los brazos, abriendo las manos, deglutiendo, chupándose el dedo o incluso agarrando el cordón umbilical antes de nacer.
Los padres miran absortos las imágenes quietas o en movimiento de su hija o hijo con el mismo amor que si lo tuviesen en la cuna y no lo cogiesen … Me maravilla ver cómo estos padres y madres ya lo son desde el momento en que la mujer está embarazada y se preocupan y gozan con su bebé antes de nacer… porque una es madre y uno es padre antes del nacimiento… el hijo y la hija son proyectos antes de gestarse… y durante el embarazo el proyecto ya se ha puesto en marcha…
Cada día en la consulta disfruto yo también de ver la ilusión de los padres cuando miran los vídeos de su bebé, le llaman por su nombre, le buscan parecidos, ríen y lloran de emoción … y yo muchas veces digo con gracia dirigiéndome al bebé “Mira qué suerte tienes que hoy han venido tus papás a verte” … y los padres sonríen, pero ellos saben que es cierto, porque llevan un mes (o a veces más) esperando esa visita al obstetra y esa ecografía donde van a ver el desarrollo de su bebé.
Se asoman a la pantalla del ecógrafo como si se asomasen a la cuna o a una ventana para ver durante un rato a su pequeña criatura. Y es nuestra labor enseñarles y mostrarles ese bebé con paciencia y de una forma didáctica porque con esos gestos estamos contribuyendo a la felicidad de una familia y al disfrute de la maternidad.